Artxibo OCR | II
[Ñire ustez...
¿Reciclar, por qué no?
Ante el proyecto de incineradora en Bizkaia
Todo parece indicar que los
partidos políticos PNV y
PSOE, que son los que sus-
tentan la Diputación y los
Ayuntamientos del Gran
Bilbao, están decididos a “so-
lucionar” el problema de las
basuras urbanas generadas en
todo el herrialde de Bizkaia
instalando una gran incinera-
dora, previsiblemente en Ar-
tigas o en alguno de los pue-
blos de la Margen Izquierda.
La postura de Herri Bata-
suna es, a este respecto, muy
clara: Estamos en contra de
dicho proyecto.
Las razones para esta con-
sideración están en que es un
proyecto peligroso, inade-
cuado y contrario a los
acuerdos y directivas interna-
cionales. Argumentamos:
Es peligroso
El proyecto es peligroso
porque pone en peligro la
salud pública y el medio am-
biente, al generarse en dicho
procesó multitud de nuevos
compuestos, muchos de los
cuales son altamente tóxicos y
peligrosos.
Se generan dioxinas y fu-
ranos —de cuya toxicidad y
persistencia ya nadie duda—
que junto con los metales pe-
sados y otros compuestos
tóxicos, pasan a formar parte
de los gases desprendidos a la
atmósfera y de las cenizas.
Además, estos productos se
producen pese a las medidas
correctoras impuestas por la
legislación.
La incineración convierte
la basura, más o menos be-
nigna, en un material con un
gran contenido en compuestos
tóxicos. Las cenizas que se
generan, entre un 30 a 40%
del total, son consideradas
como residuo tóJ.ico y peli-
groso y, por tanto, sería nece-
sario un vertedero de segu-
ridad.
Anualmente irían a parar
toneladas de gases tóxicos y
peligrosos a la ya contami-
nada atmósfera de Bilbo y
Margen Izquierda, redun-
dando en un grave deterioro
de la salud y del medio am-
biente.
Los habitantes europeos, y
en general de lo que se deno-
mina el mundo occidental,
son cada vez más conscientes
de estos problemas. Es por
esto que existe una creciente
oposición a tales prácticas.
Por ejemplo, en Canadá hia
sido prohibida la incineración
por la ministra de Medio Am-
biente.
Es inadecuado
La incineradora es inade-
cuada porque solamente su
instalación supondría un coste
de unos 10.000 millones de
pesetas. Además, no resuelve
el problema del vertedero y
difícilmente puede ser consi-
derado como eficaz un mé-
todo que convierte 10 tone-
ladas de basura urbana en 3
Tm. de residuos tóxicos y pe-
ligrosos.
Si a esto añadimos que mu-
chos de los materiales deposi-
tados en la basura pueden ser
recuperados y reutilizados,
hay que convenir que además
es un despilfarro de nuestros
ya diezmados recursos natu-
rales. Si los residuos sólidos
urbanos están constituidos por
materias primas de gran
valor, que han costado mucha
energía y muchos recursos
naturales producirlos, así
como una carga de contami-
nación derivada de esos pro-
cesos, ¿por qué destruirlos?
¿no es de sentido común reci-
clarlos y reutilizarlos? ¿por
qué empeñarse en destruir y
contaminar?
Es contrario a los acuerdos y
directivas internacionales
Tanto el IV programa de la
CEE referido a las basuras,
como el V que va a ser apro-
bado ahora, establece la si-
guiente jerarquía: reducción
de las fuentes (evitar la gene-
ración de basuras), reutiliza-
ción, reciclado, eliminación y
deposición. Esto mismo es lo
que establece el plan de las
Naciones Unidas.
De la misma forma, el
Acta Unica Europea —en su
artículo 130-S— habla del
medio ambiente como una po-
lítica globalizadora donde se
prioritan las decisiones pre-
ventivas frente a las restaura-
doras.
Además, en el ni Congreso
de la lULA —Unión Interna-
cional de Autoridades locales
en Oslo, junio de 1991— se
aprueba el documento “La
declaración de Oslo sobre
medio ambiente, salud y es-
tilo de vida”. Esta declara-
ción ha sido aprobada y asu-
mida 'por los organismos lo-
cales y regionales
(EUDEL...) de Vascongadas.
En su punto IX —“Medidas
locales y regionales especí-
ficas”, apartado E— esta-
blece “reducir la producción
de basuras y crear una con-
ciencia de la basura como re-
curso. Minimizar la pérdida
de tales recursos a través de
programas de selección, reci-
clado y conversión en
abono... ”
En parecidos términos se
expresa el documento
“Cuidar la Tierra”, aprobado
a bombo y platillo por las ins-
tituciones locales y autonó-
micas.
Sin embargo, nuestras ins-
tituciones están incumpliendo
el Decreto 319/1991 de 8 de
Marzo por el que se esta-
blecen acciones sobre la pro-
dicción, comercialización,
empleo, reciclado y relleno
de los envases para alimentos
líquidos. Tampoco han hecho
nada para la potenciación de
la recogida de pilas.
Alemania, Holanda, Dina-
marca, Suiza, Canadá,
Japón... están llevando ade-
lante planes para reciclar su
basura. En muchos de estos
países es obligatoria por ley
la recogida selectiva de pro-
ductos como papel, vidrio,
cartón, pilas, envases, ma-
teria orgánica, plástico... Si
Europa recicla su basura ¿por
qué nosotros no podemos
hacer lo mismo?
Reciclado de residuos
Si un 80% de la basura es
reciclable y, además, los cri-
terios y normas internacio-
nales establecen su reciclado,
¿por qué no se hace un flan
de Reciclaje de nuestras ba-
suras? ¿Por qué no se ponen
las medidas legales y econó-
micas para realizar este
proyecto?
Por nuestra parte apos-
tamos decididamente por la
reutilización, recogida selec-
tiva y reciclaje de las basuras,
porque es la única solución
viable y de futuro. Mitiga la
destrucción de los recursos
naturales, ahorra energía, dis-
minuye la contaminación y,
además, genera conciencia
contra el consumismo y el
despilfarro de los escasos re-
cursos del Planeta.
Aún estamos a tiempo de
desechar la incineración y
apostar por lo que el resto de
los habitantes de Europa
apuestan: El reciclado de los
residuos.
De ser así, nos tendrán de
su lado; de lo contrario, nos
tendrán enfrente. La calidad
de vida no está en función de
lo que consumimos y de lo
que desechamos, sino en fun-
ción del mantenimiento del
ecosistema y del destierro de
la contaminación de nuestras
aguas, aire...
Iñaki SARATXAGA
(Comisión de Medio Ambiente
de Herri Batasuna)
En vacaciones
Veinte sugerencias para «s;
Como de “obra única” es ca-
lificada por el director de «Inte-
gral», Jordi Bigas, el último nú-
mero monográfico de esta edito-
rial titulado “España en bici”.
El libro sistematiza y recoge un
conjunto de 29 rutas en bicicleta
por la península ibérica, y está
realizado por el geógrafo Paco
Tortosa y la profesora de EGB
María del Mar Fomés.
Una docena de años de tra-
bajo han hecho posible este
libro de 193 páginas, que su-
giere “las rutas más bellas que
puedas realizar”. A partir de su
experiencia y de cómo en-
tienden la práctica cicloturista,
sus autores aportan “20 suge-
rencias para sacarle jugo, a un
viaje”. He aquí un resumen:
Grupos pequeños
Los grupos pequeños de per-
sonas son preferibles.
Guías y mapas
Los autores recomiendan no
salir nunca de viaje sin buenos
mapas y guías de las zonas a re-
correr. Resaltan la importancia
de disponer de mapas a escala
1:400.000 o 1:200.000 “para
tener siempre una visión de
conjunto de la zona por la que
os estáis desplazando”. Tam-
bién son útiles los mapas
1:50.000 que especifican los de-
talles de los lugares concretos
en donde se está.
Oeste a Este
Este rumbo en el desplaza-
miento es aconsejable en las lla-
nuras y mesetas del centro de la
península y en los valles de los
grandes ríos, ya que el enemigo
número uno del ciclista es el
viento y los dominantes son del
Oeste.
Mayor altitud
Siguiendo con la anterior ló-
gica, y con el fin de tener en el
conjunto de la ruta más kilóme-
tros de bajada que de subida, se
debería programar la salida
desde el punto que se encuentre
a mayor altitud sobre el nivel
del mar del trazado definitivo a
rodar.
Los puertos
Tortosa y Fomés se inclinan,
advirtiendo de que abundan los
que piensan lo contrario, por re-
montar un puerto por la parte
“más dura” y “dejamos caer”
por la suave. Piensan que
aunque tengan que andar algún
tramo con la bici en las manos,
es menos duro un puerto corto
con duras rampas que uno largo
con poca pendiente.
Tipo de ruta
El paisaje puede ser percibido
de forma diferente según el tipo
de rata por el que se haya op-
tado. La sensación de que “un
viaje en bici no es tan duro
como parecía” al discurrir por
tramos llanos, puede implicar lo
contrario por rampas con
grandes desniveles o puertos de
montaña en los que cada peda-
lada puede hacemos pensar que
es “la última que des en tu
vida”.
Transporte de apoyo
Entre otras muchas razones,
la experiencia de estos ciclotu-
Correcta colocación del equipaje en la bici. integral
J
j
,/.U.
I
1992 uztailak, 1
asteazkena
ffl
, sobre dos ruedas
icarle jugo» a un viaje en bicicleta
ristas les ha llevado a planificar
los viajes utilizando el ferroca-
rril como transporte de apoyo,
siempre que ello sea posible,
’or contra, el vehículo a motor
privado obliga a un circuito de
“ida y vuelta” a un mismo
lugar.
Recipientes
Para transportar objetos o ali-
mentos delicados, los reci-
pientes deben ser de poco peso
y volumen. Textualmente:
— Para la sal, el tubito de plás-
ico con tapa con el que suelen
.tenderte un carrete de película.
— Para el aceite, botellín de
jlástico flexible de 12 cms. de
dtura con pulverizador manual
aunque cada vez más difíciles
le encontrar).
— Para el champú y el jabón,
jotellines iguales al anterior (de
l-,5 cm. el del champú y de 12
:m. el del jabón), envueltos en
30lsa de plástico.
— Para la miel, tarro de plás-
tico con tapadera hermética, en-
vuelto en bolsa de plástico.
— Plato ligero de plástico. Para
vaso sirve el botellín clásico de
la bici.
Las alforjas
Las alforjas deben ir lo más
bajas posible y a poder ser en la
rueda trasera. Deben tener el
máximo de espacios y bolsillos
individuales (por cuestión de
orden, es preferible que el vo-
lumen total de la pareja, por
ejemplo de 50 litros, esté repar-
tido en 3 o 4 bolsillos o compar-
timentos en cada alforja a que
esta capacidad esté repartida en
un úrüco bolsülo o espacio).
También es mejor que las
aforjas que cuelgan a cada lado
de la rueda sean individuales y
tengan buenos enganches al por-
taequipajes (metálicos y an-
chos). Es útil que éste, el por-
taequipajes, pueda colocarse en
la rueda delantera, ya que
(además de posibilitar alforjas
¡adicionales (más pequeñas),
permite equilibrar el excesivo
peso de atrás y apoyar la po-
sible bolsa que pretendas llevar
en el manillar (cuando se cargan
mucho éstas no suelen tener un
enganche suficiente con la
simple sujeción al manillar).
;Como aportación particular,
Tortosa y Fornés aconsejan
llevar una cesta de mimbre de
unos 40x25 cms. sobre las al-
forjas traseras.
El casco
Es de los utensilios que no
hay que olvidar. Puede ser dis-
cutible en subida o por pista fo-
restal con pocos vehículos y
poca velocidad, pero es impres-
cindible en las bajadas.
Tienda de campaña
Con el fin de no tener que de-
pender de refugios o núcleos ur-
banos para dormir, es conve-
niente viajar con tienda de cam-
paña, saco y aislante. Ello
permite mayor contacto con la
naturaleza; Nos chivan que
existen tiendas de 2 y 3 plazas
Aprovechar el tener que
cruzar un río o arroyo es una
oportunidad para dedicar unos
minutos a contemplar una vege-
tación y una fauna “que pueden
tener reservadas muchas sor-
presas”.
Las cimas
Lo mismo ocurre al culminar
los puertos de montaña, los
cuales pueden ser “no sólo el
final de la dura subida” sino el
lugar desde donde pueden ob-
servarse excepcionales paisajes
y se puede emprender a pie
cualquier excursión a la cima de
al lado. Asimismo, el descenso
rápido es “un desprecio al pai-
saje y a las más que seguras
fuentes o manantiales que toda
montaña suele ofrecer”.
Papel higiénico
Lo califican de “comodín”.
Entre otros usos, limpia provi-
sionalmente platos, narices,
manos con grasa (cuando se sale
la cadena), sudores... No lo
tires al suelo una vez usado.
Detener un vehículo
Los ciclomristas recomiendan
tomarse el viaje sin obsesiones.
No todos tienen el mismo
cuerpo un día. Si se sufre una
molestia gástrica, la regla, un
inoportuno dolor de cabeza o
hay una dura subida, se puede
parar un vehículo “y tomaros
un día o una tarde de descanso
mientras vuestros compañeros
llegan al lugar a su ritmo”. No
pasa nada.
Descanso de sillín
Cualquier excusa es buena
para dejar la bici y “no hacer
nada”. Alternad el pedaleo con
mañanas, tardes o días de des-
canso de sillín.
Los kilómetros
Los kilómetros, mejor “sabo-
rearlos” que “devorarlos”;
El grupo
Si se ha partido en grupo,
Tortosa y Fornés recomiendan
- ¥
aplicar una de las normas bá-
sicas para ellos, la de esperar en
cada cruce conflictivo. Es una
forma de ahorrar una impa-
ciente búsqueda del “despistado
demrno”.
Ultimo consejo
Aunque suele ocurrir lo con-
trario, los autores del libro re-
latan cómo un viejo ciclista les
aconsejó en Ansó practicar la
siguiente máxima: Para ter-
minar un puerto como un joven
hay que empezar pedaleando
como un viejo.
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