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IDIzenburuaEremuaUrtea 
2611 En vacaciones, sobre dos ruedas
Iturria: Egin 01-07-1992
Euskarria: DIGITAL
Hizkuntza: Gaztelaniaz
Etiketak: Ocio, Sensibilización y consejos para el uso de la bicicleta
General 1992
Artxibo OCRII [Ñire ustez... ¿Reciclar, por qué no? Ante el proyecto de incineradora en Bizkaia Todo parece indicar que los partidos políticos PNV y PSOE, que son los que sus- tentan la Diputación y los Ayuntamientos del Gran Bilbao, están decididos a “so- lucionar” el problema de las basuras urbanas generadas en todo el herrialde de Bizkaia instalando una gran incinera- dora, previsiblemente en Ar- tigas o en alguno de los pue- blos de la Margen Izquierda. La postura de Herri Bata- suna es, a este respecto, muy clara: Estamos en contra de dicho proyecto. Las razones para esta con- sideración están en que es un proyecto peligroso, inade- cuado y contrario a los acuerdos y directivas interna- cionales. Argumentamos: Es peligroso El proyecto es peligroso porque pone en peligro la salud pública y el medio am- biente, al generarse en dicho procesó multitud de nuevos compuestos, muchos de los cuales son altamente tóxicos y peligrosos. Se generan dioxinas y fu- ranos —de cuya toxicidad y persistencia ya nadie duda— que junto con los metales pe- sados y otros compuestos tóxicos, pasan a formar parte de los gases desprendidos a la atmósfera y de las cenizas. Además, estos productos se producen pese a las medidas correctoras impuestas por la legislación. La incineración convierte la basura, más o menos be- nigna, en un material con un gran contenido en compuestos tóxicos. Las cenizas que se generan, entre un 30 a 40% del total, son consideradas como residuo tóJ.ico y peli- groso y, por tanto, sería nece- sario un vertedero de segu- ridad. Anualmente irían a parar toneladas de gases tóxicos y peligrosos a la ya contami- nada atmósfera de Bilbo y Margen Izquierda, redun- dando en un grave deterioro de la salud y del medio am- biente. Los habitantes europeos, y en general de lo que se deno- mina el mundo occidental, son cada vez más conscientes de estos problemas. Es por esto que existe una creciente oposición a tales prácticas. Por ejemplo, en Canadá hia sido prohibida la incineración por la ministra de Medio Am- biente. Es inadecuado La incineradora es inade- cuada porque solamente su instalación supondría un coste de unos 10.000 millones de pesetas. Además, no resuelve el problema del vertedero y difícilmente puede ser consi- derado como eficaz un mé- todo que convierte 10 tone- ladas de basura urbana en 3 Tm. de residuos tóxicos y pe- ligrosos. Si a esto añadimos que mu- chos de los materiales deposi- tados en la basura pueden ser recuperados y reutilizados, hay que convenir que además es un despilfarro de nuestros ya diezmados recursos natu- rales. Si los residuos sólidos urbanos están constituidos por materias primas de gran valor, que han costado mucha energía y muchos recursos naturales producirlos, así como una carga de contami- nación derivada de esos pro- cesos, ¿por qué destruirlos? ¿no es de sentido común reci- clarlos y reutilizarlos? ¿por qué empeñarse en destruir y contaminar? Es contrario a los acuerdos y directivas internacionales Tanto el IV programa de la CEE referido a las basuras, como el V que va a ser apro- bado ahora, establece la si- guiente jerarquía: reducción de las fuentes (evitar la gene- ración de basuras), reutiliza- ción, reciclado, eliminación y deposición. Esto mismo es lo que establece el plan de las Naciones Unidas. De la misma forma, el Acta Unica Europea —en su artículo 130-S— habla del medio ambiente como una po- lítica globalizadora donde se prioritan las decisiones pre- ventivas frente a las restaura- doras. Además, en el ni Congreso de la lULA —Unión Interna- cional de Autoridades locales en Oslo, junio de 1991— se aprueba el documento “La declaración de Oslo sobre medio ambiente, salud y es- tilo de vida”. Esta declara- ción ha sido aprobada y asu- mida 'por los organismos lo- cales y regionales (EUDEL...) de Vascongadas. En su punto IX —“Medidas locales y regionales especí- ficas”, apartado E— esta- blece “reducir la producción de basuras y crear una con- ciencia de la basura como re- curso. Minimizar la pérdida de tales recursos a través de programas de selección, reci- clado y conversión en abono... ” En parecidos términos se expresa el documento “Cuidar la Tierra”, aprobado a bombo y platillo por las ins- tituciones locales y autonó- micas. Sin embargo, nuestras ins- tituciones están incumpliendo el Decreto 319/1991 de 8 de Marzo por el que se esta- blecen acciones sobre la pro- dicción, comercialización, empleo, reciclado y relleno de los envases para alimentos líquidos. Tampoco han hecho nada para la potenciación de la recogida de pilas. Alemania, Holanda, Dina- marca, Suiza, Canadá, Japón... están llevando ade- lante planes para reciclar su basura. En muchos de estos países es obligatoria por ley la recogida selectiva de pro- ductos como papel, vidrio, cartón, pilas, envases, ma- teria orgánica, plástico... Si Europa recicla su basura ¿por qué nosotros no podemos hacer lo mismo? Reciclado de residuos Si un 80% de la basura es reciclable y, además, los cri- terios y normas internacio- nales establecen su reciclado, ¿por qué no se hace un flan de Reciclaje de nuestras ba- suras? ¿Por qué no se ponen las medidas legales y econó- micas para realizar este proyecto? Por nuestra parte apos- tamos decididamente por la reutilización, recogida selec- tiva y reciclaje de las basuras, porque es la única solución viable y de futuro. Mitiga la destrucción de los recursos naturales, ahorra energía, dis- minuye la contaminación y, además, genera conciencia contra el consumismo y el despilfarro de los escasos re- cursos del Planeta. Aún estamos a tiempo de desechar la incineración y apostar por lo que el resto de los habitantes de Europa apuestan: El reciclado de los residuos. De ser así, nos tendrán de su lado; de lo contrario, nos tendrán enfrente. La calidad de vida no está en función de lo que consumimos y de lo que desechamos, sino en fun- ción del mantenimiento del ecosistema y del destierro de la contaminación de nuestras aguas, aire... Iñaki SARATXAGA (Comisión de Medio Ambiente de Herri Batasuna) En vacaciones Veinte sugerencias para «s; Como de “obra única” es ca- lificada por el director de «Inte- gral», Jordi Bigas, el último nú- mero monográfico de esta edito- rial titulado “España en bici”. El libro sistematiza y recoge un conjunto de 29 rutas en bicicleta por la península ibérica, y está realizado por el geógrafo Paco Tortosa y la profesora de EGB María del Mar Fomés. Una docena de años de tra- bajo han hecho posible este libro de 193 páginas, que su- giere “las rutas más bellas que puedas realizar”. A partir de su experiencia y de cómo en- tienden la práctica cicloturista, sus autores aportan “20 suge- rencias para sacarle jugo, a un viaje”. He aquí un resumen: Grupos pequeños Los grupos pequeños de per- sonas son preferibles. Guías y mapas Los autores recomiendan no salir nunca de viaje sin buenos mapas y guías de las zonas a re- correr. Resaltan la importancia de disponer de mapas a escala 1:400.000 o 1:200.000 “para tener siempre una visión de conjunto de la zona por la que os estáis desplazando”. Tam- bién son útiles los mapas 1:50.000 que especifican los de- talles de los lugares concretos en donde se está. Oeste a Este Este rumbo en el desplaza- miento es aconsejable en las lla- nuras y mesetas del centro de la península y en los valles de los grandes ríos, ya que el enemigo número uno del ciclista es el viento y los dominantes son del Oeste. Mayor altitud Siguiendo con la anterior ló- gica, y con el fin de tener en el conjunto de la ruta más kilóme- tros de bajada que de subida, se debería programar la salida desde el punto que se encuentre a mayor altitud sobre el nivel del mar del trazado definitivo a rodar. Los puertos Tortosa y Fomés se inclinan, advirtiendo de que abundan los que piensan lo contrario, por re- montar un puerto por la parte “más dura” y “dejamos caer” por la suave. Piensan que aunque tengan que andar algún tramo con la bici en las manos, es menos duro un puerto corto con duras rampas que uno largo con poca pendiente. Tipo de ruta El paisaje puede ser percibido de forma diferente según el tipo de rata por el que se haya op- tado. La sensación de que “un viaje en bici no es tan duro como parecía” al discurrir por tramos llanos, puede implicar lo contrario por rampas con grandes desniveles o puertos de montaña en los que cada peda- lada puede hacemos pensar que es “la última que des en tu vida”. Transporte de apoyo Entre otras muchas razones, la experiencia de estos ciclotu- Correcta colocación del equipaje en la bici. integral J j ,/.U. I 1992 uztailak, 1 asteazkena ffl , sobre dos ruedas icarle jugo» a un viaje en bicicleta ristas les ha llevado a planificar los viajes utilizando el ferroca- rril como transporte de apoyo, siempre que ello sea posible, ’or contra, el vehículo a motor privado obliga a un circuito de “ida y vuelta” a un mismo lugar. Recipientes Para transportar objetos o ali- mentos delicados, los reci- pientes deben ser de poco peso y volumen. Textualmente: — Para la sal, el tubito de plás- ico con tapa con el que suelen .tenderte un carrete de película. — Para el aceite, botellín de jlástico flexible de 12 cms. de dtura con pulverizador manual aunque cada vez más difíciles le encontrar). — Para el champú y el jabón, jotellines iguales al anterior (de l-,5 cm. el del champú y de 12 :m. el del jabón), envueltos en 30lsa de plástico. — Para la miel, tarro de plás- tico con tapadera hermética, en- vuelto en bolsa de plástico. — Plato ligero de plástico. Para vaso sirve el botellín clásico de la bici. Las alforjas Las alforjas deben ir lo más bajas posible y a poder ser en la rueda trasera. Deben tener el máximo de espacios y bolsillos individuales (por cuestión de orden, es preferible que el vo- lumen total de la pareja, por ejemplo de 50 litros, esté repar- tido en 3 o 4 bolsillos o compar- timentos en cada alforja a que esta capacidad esté repartida en un úrüco bolsülo o espacio). También es mejor que las aforjas que cuelgan a cada lado de la rueda sean individuales y tengan buenos enganches al por- taequipajes (metálicos y an- chos). Es útil que éste, el por- taequipajes, pueda colocarse en la rueda delantera, ya que (además de posibilitar alforjas ¡adicionales (más pequeñas), permite equilibrar el excesivo peso de atrás y apoyar la po- sible bolsa que pretendas llevar en el manillar (cuando se cargan mucho éstas no suelen tener un enganche suficiente con la simple sujeción al manillar). ;Como aportación particular, Tortosa y Fornés aconsejan llevar una cesta de mimbre de unos 40x25 cms. sobre las al- forjas traseras. El casco Es de los utensilios que no hay que olvidar. Puede ser dis- cutible en subida o por pista fo- restal con pocos vehículos y poca velocidad, pero es impres- cindible en las bajadas. Tienda de campaña Con el fin de no tener que de- pender de refugios o núcleos ur- banos para dormir, es conve- niente viajar con tienda de cam- paña, saco y aislante. Ello permite mayor contacto con la naturaleza; Nos chivan que existen tiendas de 2 y 3 plazas Aprovechar el tener que cruzar un río o arroyo es una oportunidad para dedicar unos minutos a contemplar una vege- tación y una fauna “que pueden tener reservadas muchas sor- presas”. Las cimas Lo mismo ocurre al culminar los puertos de montaña, los cuales pueden ser “no sólo el final de la dura subida” sino el lugar desde donde pueden ob- servarse excepcionales paisajes y se puede emprender a pie cualquier excursión a la cima de al lado. Asimismo, el descenso rápido es “un desprecio al pai- saje y a las más que seguras fuentes o manantiales que toda montaña suele ofrecer”. Papel higiénico Lo califican de “comodín”. Entre otros usos, limpia provi- sionalmente platos, narices, manos con grasa (cuando se sale la cadena), sudores... No lo tires al suelo una vez usado. Detener un vehículo Los ciclomristas recomiendan tomarse el viaje sin obsesiones. No todos tienen el mismo cuerpo un día. Si se sufre una molestia gástrica, la regla, un inoportuno dolor de cabeza o hay una dura subida, se puede parar un vehículo “y tomaros un día o una tarde de descanso mientras vuestros compañeros llegan al lugar a su ritmo”. No pasa nada. Descanso de sillín Cualquier excusa es buena para dejar la bici y “no hacer nada”. Alternad el pedaleo con mañanas, tardes o días de des- canso de sillín. Los kilómetros Los kilómetros, mejor “sabo- rearlos” que “devorarlos”; El grupo Si se ha partido en grupo, Tortosa y Fornés recomiendan - ¥ aplicar una de las normas bá- sicas para ellos, la de esperar en cada cruce conflictivo. Es una forma de ahorrar una impa- ciente búsqueda del “despistado demrno”. Ultimo consejo Aunque suele ocurrir lo con- trario, los autores del libro re- latan cómo un viejo ciclista les aconsejó en Ansó practicar la siguiente máxima: Para ter- minar un puerto como un joven hay que empezar pedaleando como un viejo. ■ c'-; j i .i). •'