Extracto del fichero OCR | Bicicletasciudadesviajes
viernes, 23 de diciembre de 2016
Ciclocarriles, ciclocalles, zonas pacificadas y ciclistas noveles
Hay una corriente en esto de favorecer la circulación de las bicicletas de una manera
natural y sin mayor infraestructura que la de la calle, que parece que fuera contraria a la
implementación de espacios exclusivos para las bicis: es la de señalizar un carril o la
calle completa con una señal horizontal de una bicicleta, para mostrar que en esa calle la
circulación ciclista debe producirse preferentemente por el centro de ese carril. Algo
que contraviene al actual y obsoleto Reglamento de Circulación y a muchas Ordenanzas
Municipales de Tráfico que siguen las pautas de esa norma de rango superior.
Eso, que recibe varios nombres pero que no deja de ser una información para los
usuarios de la calle, es lo que se está haciendo en muchas ciudades en calles secundarias
con un carril por dirección, a la vez que se limita la velocidad a 30 kms/hora y en alguna
más arrojada incluso en carriles exteriores o contiguos a la izquierda del carril bus en
vías de varios carriles.
La efectividad de esta medida, si no va acompañada, para empezar, de una ordenanza
que la defienda y, después, de una campaña de información suficiente a la ciudadanía,
no deja de ser un intento bienaventurado de invitar a la gente a que use la bicicleta por
la calzada de forma digna y segura y suele tener resultados muy limitados. La
experiencia y la connivencia policial y ciudadana, lo que revelan es que, salvo
excepciones, la gente que no circulaba de esa manera hace caso omiso de la
recomendación.
Incluso en el caso de estar acompañadas de normativa local, campañas concienciadoras
y vigilancia policial, este tipo de facilidades hacen que recaiga toda la responsabilidad
en la persona que conduce la bicicleta y, cuando ésta no es lo suficientemente experta
para desenvolverse con seguridad en el tráfico, hace que se obvien y se sigan
percibiendo como inseguras. Aunque no lo sean. Aunque sean mucho más seguras que
los carriles bici, sobre todo los bidireccionales, y mucho más seguras y más respetuosas
que circular por las aceras.
Realmente las ciclocalles no deberían existir y bastaría con limitar la velocidad a 30 o a
20, pero está claro que hace falta recordar a la gente cómo y por dónde deben circular
las bicicletas y qué derechos y obligaciones tienen. Si ya de paso les damos el consejo
de los consejos que es el de que circulen por el centro del carril y que se hagan visibles
y señalicen sus maniobras, pues habremos conseguido eso que a algunos les parece tan
difícil, que es que las bicicletas actúen como vehículos que son, al menos en las calles
sencillas y tranquilas.
¿Por qué sólo en las calles sencillas y tranquilas? Porque hemos permitido o fomentado
que la gente coja sus bicicletas de manera masiva sin antes apercibirles de las
condiciones que tenía hacerlo y hemos consentido que trasgredan las normas más
básicas de su circulación e invadan las aceras, sobre todo implementándoles aceras bici
y otras calamidades y ahora esa gente no quiere bajarse a la calzada así como así. Y
demandan carriles bici que las mantengan alejadas del tráfico. Así que habrá que ir
demostrándoles que esto es seguro y fácil en calles tranquilas.
Es claro que la tarea es ardua y que los resultados van a costar en consolidar, pero
parece que la única manera de hacerlo es combinando medidas integradoras y
segregadoras, siempre atendiendo a unos criterios y a unas condiciones objetivas que
garanticen la calidad de dichas medidas y acompañándolas de campañas suficientes.
Y eso pasa, para empezar, por auditar todas las infraestructuras realizadas hasta la fecha,
para desmantelar o replantear la cantidad ingente de chapuzas que se han hecho y sólo
validar las que cumplan esos criterios y condiciones objetivas.
Publicado por Eneko Astigarraga | |