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Publicado por: Ciclosfera: mayo 08, 2015
Niños... Tenedle más miedo a los coches que a los
desconocidos
(foto: Vladimir Yaitskiy)
Que lo secuestren. Que desaparezca. Que no lo volvamos a ver. Alarmados por algunas historias
terribles y temores ancestrales muchos padres viven asustados porque un desconocido les arrebate
a sus hijos, cuando el mayor peligro está mucho más cerca: los coches.
Será el subconsciente, las espantosas historias que de vez en cuando salen en los medios de comunicación
o una simple cuestión de desconfianza hacia los extraños, pero es cierto: muchos padres viven
angustiados por la posibilidad de que su hijo desaparezca a la salida de la escuela, en un despiste en el
supermercado o cuando sale a pasear con sus ami güitos.
Sin embargo, es mucho más peligroso... acercarle a los coches. En una interesante reflexión, la periodista
Angie Schmitt ha publicado un artículo comparando el número de rúños secuestrados durante las últimas
décadas en EE UU con la cifra de víctimas infantiles en accidentes de tráfico.
Los accidentes de tráfico son la principal causa de mortalidad infantil en EE UU
Schmitt cuenta que, en 1999 (“el último año en el que encontré estadísticas coherentes”, explica), el
número de niños secuestrados en “situaciones típicas de desconocidos peligrosos” fue de 115, sobre un
total de más de 50 millones menores estadonnidenses. Eo cnrioso es qne, además, la mayor parte de esos
115 niños fueron secnestrados por nno de sns padres.
Ese mismo año, 1999, 449 rúños menores de 13 años mnrieron atropellados cnando iban caminando o en
bicicleta. En 2013, el número se rednjo a 207, pero la cifra es dantesca cnando inclnimos a los menores
fallecidos en accidentes de tráfico: hasta 2.136 rúños de menos de 15 años mnrieron en nn coche. No en
vano, los accidentes de tráfico son el principal motivo de mnerte en EE UU entre los 2 y los 14 años, con
nna media de 6 crios fallecidos cada día.
La autora, al final del artículo, reflexiona sobre la responsabilidad de las autoridades en todo esto. Así,
explica, cada vez se alarma más a los padres sobre el peligro a los desconocidos y a la inseguridad
ciudadana (lo que, por cierto, permite destinar cada vez más dinero a las fuerzas del orden público o al
crecimiento de las empresas de seguridad privada), mientras se promneve la constmcción de calles y
carreteras más y más pobladas por coches, a la postre el mayor peligro para los menores. ¿No será hora de
cambiar de nna vez nnestra forma de vivir? | |